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sábado, 19 de abril de 2014

Los anillos de Chariklo.

Nadie lo esperaba pero se ha descubierto que también es posible que un asteroide tenga su sistema de anillos.

Larga es la lista de descubrimientos habidos usando esta técnica de “ocultaciones” de la que tengo alguna referencia en este blog. (vease)

La atmósfera del satélite Titán, asteroides con sus propios satélites, o estrellas dobles (sistemas binarios) no conocidas, son parte de esta serie de descubrimientos que ahora completa la detección de anillos.

Esta técnica permite sobre todo conocer la forma y tamaño del asteroide, pues a causa de su rotación rara vez ocultará una estrella de fondo por el mismo punto, con una serie histórica de todos los eventos registrados, los científicos que lo estudian llegan a determinar los rasgos generales de su superficie y otros datos de su forma y período de rotación que puede ser combinado con otras técnicas para confirmar estas características.

El 12 de Diciembre de 2004 puede realizar la observación de la ocultación de una estrella por el asteroide 85 Io. Fue un evento con gran seguimiento y el resultado superpuesto  a los resultados obtenidos en los cronometrajes puede verse en esta composición.








Recientemente la ocultación por 9 Metis también ha dado unos resultados excelentes.















La ocultación en 2012 por 388 Charybdis dio como resultado el descubrimiento de una estrella doble













Gráfica de Ramón Naves con las sucesivas caídas de brillo correspondientes a cada uno de los cuerpos.







Estos ejemplos dan una idea del potencial de esta técnica que en el caso de la ocultación de la estrella con nº de catálogo UCAC4 248-108672  por 10199 Chariklo el 3 de Junio de 2013, dio como resultado el descubrimiento de sus anillos.
El análisis posterior ha permitido determinar sus tamaños, distancias relativas, espesores etc. con una gran precisión según reza en el artículo,

 “El equipo descubrió que el sistema de anillos está formado por dos anillos muy definidos de tan solo tres y siete kilómetros de ancho, separados por un espacio despejado de nueve kilómetros — alrededor de un objeto pequeño de 250 kilómetros de diámetro que orbita más allá de Saturno.”

Estableciendo así otro hito al encontrar algo insospechado como un sistema de anillos en un asteroide. Ya se han bautizado y se les ha asignado el nombre de dos ríos de Brasil, uno al norte y otro al sur, país del equipo del descubrimiento Oiapoque y Chuí. 
En este enlace de la ESO puede verse todo el desarrollo del descubrimiento.



F. Garcia.

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