Translate to your lenguage

miércoles, 26 de junio de 2024

Vilas y la doble escondida

En la noche del 4 de febrero de este año 2024 justamente a las 04:40:41 (Tiempo Universal) el esteroide (3507) Vilas ocultaría la estrella UCAC4 508-053156 en la constelación de Leo.
La duración máxima prevista de la ocultación es 2,2 segundos con una probabilidad para mis coordenadas del 100%. El brillo del asteroide en ese momento era de 16,6 magnitudes y la combinada con la estrella de 13,4; pérdida de brillo estimada 3,16 mg. El asteroide tiene una diámetro medio de 24,9Km.

Imagen de campo (F. García)

En malas condiciones, con la estrella muy difusa, la grabación dio un resultado positivo en la ocultación; una duración de 2,242 s. con un error de 0,5 s.

 El resultado y la curva de luz de la fotometría se enviaron al sistema de recogida de datos SODIS que recibe posteriormente un análisis más profundo si fuera necesario. 

Después de refinados los datos y validados, son compartidos con la base de datos CDS de Estrasburgo, ahí se pueden consultar para uso de la comunidad científica para los estudios que sea necesario realizar en un momento dado.


La curva de luz del gráfico es la publicada en CDS y presenta una característica peculiar: Se producen dos escalones en la bajada de brillo de la estrella, uno menor de poca profundidad y el pico más profundo. 

Este escalón ha revelado que la estrella no estaba sola, sino que tenía una compañera de menor brillo. Por primera vez en mis observaciones de ocultaciones estelares, había encontrado una estrella doble.

 Al hacer un gráfico con ambas partes de la ocultación ( la más débil y la más profunda) se le ha calculado por los analistas una separación de tan solo 0,0089 segundos de arco. 


Con los grandes catálogos disponibles "on line" hemos podido buscar esa compañera escondida al amparo de la más brillante y efectivamente ahí está presente con su propio identificador en el catálogo GAIA, el más preciso hasta ahora en lo que a astrometría se refiere. No es un par físico sino mas bien un efecto de perspectiva por el que se alinean de esa forma, su posición real esta a casi 200 años luz de distancia respecto a la prevista en la ocultación y más brillante.

 Inesperadamente esa débil compañera escondida se detectó en la ocultación y ha servido para contrastar su astrometría y la propia del asteroide refinando su órbita y verificando el tamaño real en ese momento según su forma que resultó ser de 30,2 Km. Recordemos que es muy raro que se acerquen a una forma esférica y es lo normal una forma alargada e irregular.

Imagen de catálogo con ambas estrellas, en acuerdo con la observación

La observación regular y sistemática da resultados y en ocasiones sorpresas como la de esta ocultación asteroidal que puso en evidencia la estrella doble escondida.

 

 

F. García

La Vara, Valdés Observatory J38
(L'Observatoriu)


   

 

miércoles, 19 de junio de 2024

Auroras de mayo

 


En abril de 2001, en un momento de gran actividad solar, un evento extraordinario provocó la aparición de una aurora boreal visibles en Asturias. 

Más de veinte años después otro evento singular también provocado por una gran mancha solar muy extensa y compleja en sus campos magnéticos, llegó a desarrollar varias eyecciones de masa coronal (CME de las siglas en inglés) que provocaron en tierra una gran e histórica tormenta geomagnética, una gran perturbación del campo magnético terrestre debido a la presión e interacción de esa onda de choque procedente del sol que hace que éste canalice a los polos enormes corrientes de protones y electrones libres.

En la noche del 10 al 11 de mayo de este 2024, una efervescente actividad en las redes sociales anunciaba la presencia de auroras en latitudes bajas que incluían a España y las Canarias.
No hace falta un equipo extraordinario, una cámara fotográfica réflex o un smartphone moderno tiene sensibilidad suficiente para poder registrar el brillo espectral de las auroras aún siendo débiles y poco perceptibles a simple vista.


Trípode, más que recomendable diría imprescindible, cámara y momento para desplazarse a un lugar oscuro con el horizonte norte despejado, esto último aquí en Asturias es lo mas complicado, pero todas las condiciones se dieron en esa noche que sin estar completamente despejada, si hubo horizonte con la limpieza necesaria.

 En las primeras horas de la noche se intuía mas que apreciar que el cielo mantenía un color rojizo poco habitual y no se correspondía con la puesta de sol que ya hacía horas se había terminado. En una primera ubicación de aproximación a un punto de mayor altura y mejor visión de horizonte norte, hice las primeras exposiciones.

Llegado al punto que pensaba sería un buen sitio era mas perceptible el color inusual del cielo y a los pocos minutos ya empezaron a verse las primeras columnas  o pilares característicos de las auroras, incluso el color era mucho más fácilmente reconocible, A diferencia de 2001 que era notoriamente roja, en esta ocasión los colores se mezclaban del rojo al púrpura rosado que era muy manifiesto en la pantalla de la réflex.


Hubo momentos de gran actividad en los que se apreciaba el veloz cambio de apariencia y orientación de las estructuras que se formaban y remodelaban, mientras un una dirección aparecían brillantes pilares y se iban atenuando más hacia el este se iban formando nuevas cortinas que se intensificaban y aparecían los rayos mas intensos. También curioso como en la base de las formaciones la coloración se notaba de un tono más verde como así registraban las fotografías una vez procesadas al día siguiente.

 A las 2:15 hora oficial di por terminada la sesión al ver un evidente descenso en el número y en la intensidad de la aurora que probablemente se volvería a intensificar horas después.

En video resumen de los momentos mas espectaculares de esa noche inolvidable quedan a vuestra disposición para que podáis vivir y o rememorar esa noche que ya queda en la historia de las cosas especiales que en ocasiones contadas en nuestras latitudes nos regala la actividad solar en sus momentos de máximo.



              

 

F. García

La Vara, Valdes Observatory
(L'Observatoriu)


Aurora tomada a primeros de marzo con un smartphone en un viaje a Noruega